Elegancia y modernidad alrededor de la bahía de la concha

Donostia - San Sebastián, la ciudad de la Concha


San Sebastián, Donostia, capital de Guipúzcoa, se levanta a orillas de su inconfundible bahía en forma de concha. Una ciudad encumbrada, casi mítica, especialmente bella y elegante. Un trazado urbano y un entorno natural que ha recibido y continúa recogiendo premios y los más generosos adjetivos.


No resulta fácil relacionar todos los atractivos de San Sebastián. Esta ciudad ofrece mucho más de lo que cabría esperar: una bahía espectacular, un barrio antiguo (la parte vieja de Donostia, con la gastronomía de pintxos más exquisitos que se pueda degustar) de lo más típico y acogedor, y todos los servicios e infraestructuras para no decepcionar al visitante: agradables jardines y paseos junto al mar, convocatorias artísticas y culturales de gran consideración, con valiosas obras escultóricas; una arquitectura clásica y moderna, que conviven en perfecta armonía, perfectamente conservada, edificios de vanguardia de reconocimiento mundial y un sin fin de propuestas lúdicas y gastronómicas que no deja indiferente a nadie.

En este contexto, también las playas alcanzan especial protagonismo, siendo, por su ubicación urbana, uno de los elementos identificativos de San Sebastián. Cada una de las playas: La Concha, Ondarreta la Isla Santa Clara en la bahía de La Concha, y la playa de la Zurriola en el barrio de Gros junto al maravilloso palacio de congresos Kursaal, posee unas características y una personalidad diferenciada, que merece la pena descubrir.


LUGARES PARA VISITAR

El Ayuntamiento. Inaugurado en 1887 como Gran Casino, hoy es sede del Ayuntamiento desde 1947. Se encuentra al comienzo de la playa de la Concha, y enfrente de los jardines de Alderdi-Eder.

La Catedral. Se encuentra en el centro de la ciudad, rodeada de una pequeña plaza ajardinada en la que se levantaron dos monumentos dedicados a don Vicente de Manterola y al jesuita Padre José Vinuesa. Fue inaugurada en 1897, en un acto al que acudieron la Reina María Cristina acompañada de sus hijos Alfonso XIII y la princesa de Asturias con la infanta María Teresa. Tiene rango de catedral desde 1.953.

Basílica de Santa María. La iglesia originaria era románica. Se amplió con los estilos gótico y renacentista entre los años 1522 y 1560. En el siglo XVII le afectó la explosión del castillo, se iniciaron las obras de reconstrucción hacia 1740. La iglesia tiene planta rectangular, enmarcada por dos torres, con ábside semicircular y dependencias secundarias. En la parte norte tiene adosada la nave de Santa María.

El Peine del Viento. Conjunto de esculturas del artista Eduardo Chillida. Se encuentran en un extremo de la bahía de la Concha, al final de la playa de Ondarreta. Se compone de tres esculturas de acero, incrustadas en unas rocas. La obra fue finalizada en 1976. Además de las esculturas, se acondicionó una zona en los alrededores de las mismas con unas salidas de aire y agua que se abastecen de las olas que rompen contra las rocas y las esculturas.

Palacio y jardines Miramar. El palacio consta de sótano y tres plantas, las dos primeras son las de uso privado y la última, abuhardillada, estaba reservada para la servidumbre. El acceso por uno de los lados se realiza a través de un arco Tudor, decorado con relieves. En el frente destacan el escudo de armas de los Habsburgo, la fecha MDCCCXCII y la torre octogonal. Dentro del conjunto de edificios sobresale la Casa de los Oficios, la Portería y el Cuerpo de Guardia.

Palacio y jardines de Aiete. Se encuentra en el monte del mismo nombre, en el centro de la ciudad. El edificio se levantó en 1878. En él se alojaron Alfonso XIII y la reina María Cristina. En 1939 el Ayuntamiento compró el Palacio y se lo ofreció al general Franco quien lo utilizó desde 1940 a 1975 como residencia veraniega.

Palacio de la Diputación Floral. Elegante edificio neoclásico del siglo XIX. Se encuentra en uno de los laterales de la plaza porticada de Guipuzcoa.

Palacio de Congresos – Auditorio Kursaal. Original edificio formado por 10.000 paneles de cristal, obra de Rafael Moneo

Parroquia de San Vicente. La actual Iglesia de S. Vicente fue reconstruida entre 1489 y 1574 tras haber sido afectada por un incendio. Es de estilo gótico tardío. Destaca el retablo mayor de S. Vicente (1586). A la izquierda del presbiterio se encuentra el retablo del sagrario, que recoge piezas provenientes de otros retablos, y a la derecha un retablo neoclásico en el que destaca un medallón de la Sagrada Familia. Es destacable también el denominado retablo de las Ánimas, obra de Felipe de Arizmendi y varios pasos de Semana Santa: Ecce Homo, la Dolorosa (en el Baptisterio) el Descendimiento y el Cristo Yacente.

Plaza de la Constitución. Situada en el corazón de la parte vieja, fue creada en 1827 con forma cuadrada y rodeada por casas porticadas con alargados balcones. Está presidida por el Ayuntamiento viejo, obra neoclásica de 1832, actualmente convertido en la Biblioteca Central. Antiguamente fue plaza de toros, y sus balcones están numerados recordando aquellos tiempos. Actualmente se celebran la mayoría de acontecimientos festivos de la ciudad.

Puentes de río Urumea. El puente de Zurriola, llamado también de Kursaal, es el más cercano a la desembocadura, y tiene esta figura en las cuatro esquinas del puente, considerado como un ejemplo del modernismo. Los otros dos puentes son el de Santa Catalina y el de María Cristina, que es el más hermoso de los tres, pues guarda gran parecido con el parisino de Alejandro III sobre el Sena, aunque de menor tamaño.

Teatro Victoria Eugenia. Lugar de celebración del Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Se encuentra junto al río Urumea, fue inaugurado en 1912, con la fachada neo plateresca.

Aquarium. Forma la exposición de un museo de historia naval, un acuario atravesado por un gran túnel y varios acuarios con morenas, tiburones, rayas y otras especies.

Museo Chillida. Colección privada del escultor con obras realizadas durante cincuenta años de creación.

Museo de San Telmo. Exhibe una rica y variada muestra de la evolución y la historia del País Vasco. También se exponen laudas sepulcrales, pilas bautismales, lienzos de pintores como El Greco, Alonso Cano, Rubens... así como de artistas vascos contemporáneos.